Érase una vez un humilde gimnasio de León, donde nacía por primera vez la gimnasia rítmica en esta ciudad. Una de sus alumnas, llamada Ruth, destacaba sobre el resto por su dinamismo, rapidez, técnica de aparato, fuerza... y sobre todo porque con escasos 14 años ya ayudaba a sus compañeras a hacer los montajes. Enseguida se dio cuenta de que lo suyo era ser entrenadora y así fue, pasó a llevar el equipo de competición del Club Ritmo.
Entre sus compañeras estaba otra persona llamada Nuria, a la que como anécdota, en una ocasión le acabó el ejercicio una noche antes de competir porque su entrenadora no se lo había terminado. ¡Cómo no iban ser a partir de entonces uña y carne!
Entre las dos fueron formando su equipo de competición, pero Ruth también siguió llevando el gimnasio donde a día de hoy siguen yendo cientos de niñas a formarse como gimnastas y a preparar con la misma ilusión que una gimnasta de competición su exhibición final de curso.
Por el club han pasado varias generaciones de gimnastas; podría poner tantos nombres... y seguro que se me olvidarían unas cuantas.
De la primerísima generación quedamos dos "viejecillas" medio en activo...:
- Lorena Fernández, a la que Ruth "captó" en su colegio y se la llevó al club para empezar a competir. Tenía 6 añitos.... y era un "espuni" haciendo gimnasia. Quién le iba a decir que lo mejor como gimnasta le iba a llegar 20 años más tarde... Claro ejemplo de "el que la sigue, la consigue".
- De esa generación también estaba yo (Carmen Cuenca), que entré unos años más tarde porque soy de Salamanca y trasladaron a mi padre por trabajo a León. Nunca olvidaré el momento en el que pasé por delante del "GIMNASIO ESCUELA RITMO" y enseguida le dije a mi padre, "si en el letrero pone que gimnasio-escuela seguro que es buenísimo!"... No me equivoqué, jeje.
- Unos años más tarde empezaría Paula García, que siempre ha sido como una princesita... alegre, cariñosa, divertida, elegante... y que siempre se venía con las "mayores" porque estaba en su salsa. Cuántos recuerdos a su lado...
- Otros cuantos años después llegó un diamante en bruto al club por casualidad... Se llamaba Carolina Rodriguez y su hermana era cheer-leader (a las que también entrenaba Ruth). Un día que nosotras hacíamos exhibición en el descanso de un partido de baloncesto, Loli (la hermana de Carol) le dijo a Ruth que su hermana pequeña también sabía hacer esas cosas. Ruth no se lo pensó y le dijo que bajara para ver lo que sabía hacer... y allí se espatarró una pequeñísima Carolina, dejando a todas con la boca abierta. Lo que vino después, ya lo sabe casi todo el mundo... y lo que aún queda por llegar!!!
Esta primera y segunda generación estuvo formada por muchísimas gimnastas más, algunas de ellas aún mantienen el contacto con el club y otras hicieron su vida lejos de la gimnasia.
Pero sin duda a todas nos unió una ilusión enorme por el deporte que tanto nos gustaba y que nos reunía todos los días de la semana para entrenar en una vieja iglesia de Puente Castro, donde pasamos muchas horas, mucho frío pero lo hacíamos con tanta ilusión que todo eso era secundario. Si había que entrenar con 2 pares de calcetines, chandal, guantes... se hacía sin problema. Si llegaba la navidad, allí que nos juntábamos todas para decorar la iglesia con posters, espumillón, dibujos... y ya de paso nos quedábamos a comer todas juntas y a echar competiciones de "spar" (un juego de coordinación muy entretenido....). Si Ruth y Nuria se enfadaban con nosotras un día por un mal entrenamiento, al día siguiente nos inventábamos un baile para ellas y todo solucionado. En fin, éramos felices con nuestra gimnasia, con nuestras amigas de la gimnasia, con nuestras entrenadoras, con nuestro club...
Ahora, 20 años más tarde, echo la vista atrás y añoro todos esos inicios, que fueron muy duros, pero muy gratificantes, y que aparte de medallas, campeonatos de españa, gimnastas en el equipo nacional, la posibilidad de entrenar en un centro de alto rendimiento.... lo más importante es la familia que hemos formado, que ya es para toda la vida....
FAMILIA RITMO, OS QUIERO.
